La adolescencia es un período de transición entre la niñez y la adultez que comienza a partir de los 10 años y culmina a los 18 años; es una etapa marcada por cambios en la esfera biopsicosocial que genera conflictos a nivel personal, familiar y social; por eso, permitir que el adolescente pueda experimentar comportamientos en compañía de un adulto significativo es de suma importancia para su desarrollo biopsicosocial.
La familia se convierte en un factor importante en esta etapa, esta puede ser un factor de riesgo o protección para el adolescente; un buen ambiente familiar permite que el adolescente pueda desarrollar comportamientos, pensamientos y afectos adecuados, así como aprender a solucionar problemas de manera efectiva.
Los problemas más comunes en esta etapa están relacionados con comportamientos de riesgos, comportamientos autolíticos y suicidas, abuso de drogas lícitas e ilícitas, embarazo adolescente y conductas violentas; por lo que, el desarrollo de un buen proyecto de vida es un elemento fundamental en esta etapa ya que permite al adolescente alejarse progresivamente o mantenerse alejado de posibles comportamientos de riesgos.
